¿Qué nudos se pueden usar para conectar cuerdas y cuáles son sus ventajas y desventajas en diferentes situaciones?
Los nudos para unir cuerdas al rapelar son esenciales en varios escenarios: en primer lugar, para usar la longitud completa de cuerdas dobles; en segundo lugar, para alargar una cuerda durante maniobras de rescate; y en tercer lugar, cuando se asciende con una cuerda simple y luego se rapela combinándola con una cuerda fina de rescate. La discusión sobre qué nudos son los mejores para conectar cuerdas es antigua, y las respuestas varían según el país, el club/asociación, la disciplina deportiva de montaña y el ámbito del trabajo profesional en altura.
El artículo a continuación examina las fortalezas, ventajas y desventajas de los nudos más comúnmente usados para conectar cuerdas, así como lo que ocurre al conectar cuerdas de diferentes diámetros.
Cargas al rapelar
Para evaluar la idoneidad de un nudo para conectar cuerdas, la primera pregunta es qué fuerzas se generan al rapelar. La fuerza exacta depende del peso de la persona que rapela, del tipo de cuerda y del comportamiento al rapelar.
Se realizaron pruebas para medir las fuerzas ejercidas sobre el anclaje direccional cuando una persona que pesa 86 kg está rapelando. La figura 1 muestra un ejemplo de una curva de fuerza-tiempo. Los picos de fuerza breves ocurren cuando alguien hace que el descensor lo detenga abruptamente o da un tirón severo (se deja caer repentinamente) mientras rapela. Estos picos de fuerza alcanzan un máximo de 2.6 kN, aproximadamente tres veces el peso corporal de la persona que rapela. Las fuerzas más altas solo son posibles si un descensor llegara a detener una caída real. Las pruebas se repitieron con varios dispositivos de aseguramiento y cuerdas, y las fuerzas ni siquiera se excedieron al usar una cuerda con baja elongación conforme a la EN 1892. Con un rapel suave, las fuerzas permanecen similares al peso corporal con 0.9 kN. Esta diferenciación tiene sentido, ya que algunos nudos que conectan cuerdas tienden a rodar cuando se les aplica una fuerza constante, pero, por el contrario, se aprietan sin rodar en caso de picos de fuerza breves. Calculado para una persona que pesa 120 kg, se debería ejercer una fuerza máxima de 3.6 kN sobre el anclaje direccional al rapelar libremente y una carga continua máxima de 1.2 kN. Cuando se utiliza una sola hebra, toda la carga también se ejerce sobre el nudo que conecta las cuerdas. Cuando se rapela con cuerdas dobles, solo la mitad de la carga se ejerce sobre el nudo que conecta las cuerdas.