En los últimos años, la escalada y el bouldering (escalada libre a baja altura) han pasado de ser deportes de nicho a convertirse en un fenómeno masivo. Especialmente en las grandes ciudades, los gimnasios de escalada y bouldering han proliferado, evolucionando de pequeños espacios de entrenamiento polvorientos a instalaciones deportivas profesionales con diseños únicos.
Los usuarios buscan diversión, entrenamiento, desconexión del día a día y desafíos con problemas nuevos e interesantes. Las rutas creativas y variadas son el producto principal de los gimnasios. La calidad de las líneas marcadas influye directamente en la satisfacción de los clientes y en su fidelidad, convirtiendo la apertura de rutas en un pilar clave del éxito de un gimnasio.