Ya sea trabajando en un almacén de gran altura, en una estructura de construcción o en terrenos alpinos, la capacidad de realizar un rescate debe estar garantizada en todas las áreas donde nos movemos en el mundo vertical. Los rescates rápidos y profesionales reducen al mínimo el riesgo de trauma por suspensión y otros daños fisiológicos. En la mayoría de los casos, no hay tiempo para esperar a los servicios de emergencia externos. Por ello, el rescate mutuo o, si es posible, el auto-rescate (después de realizar una llamada de emergencia) debe ser la prioridad.
Si alguien cae en una grieta mientras escala, el resto del equipo de cuerda lo asegura y lo rescata. Si es posible, la persona que cayó puede incluso ascender por la cuerda por sí misma. Algo similar ocurre en el sector industrial. Si alguien cae desde la escalera de una turbina eólica, los demás miembros del equipo intentarán inicialmente liberar al herido de la posición de suspensión.
Procedimientos de rescate como estos están descritos por organizaciones como la Global Wind Organization (GWO), la Asociación Alemana para el Acceso por Cuerdas (FISAT) o la Industrial Rope Access Trade Association (IRATA).